lunes, 24 de septiembre de 2012

Vos más Yo igual


Estaba pensando en vos. En cuando decirte que estaba pensando en vos era un hecho memorable, con sonrisas en el medio. Era un +. Querer +. Y ahora que piense en vos o te diga que pienso en vos es un continuo. Me gustas, entonces. Busco un término o un concepto que me explique el límite, esa barrera que antes nos diferenciaba y ahora no encuentro más, y estamos tan pegados. Antes vos estabas de ese lado de alguna línea,
Yo  │ Vos
 y yo estaba segura de que había un acá y un allá. Pero ahora busco con lupa ese surco o huella o marca de barrera y de límite porque tengo miedo de qué hay en todo tu lado de la exlínea. Con el + traje un =, y no quiero saber la respuesta.
Yo  +  Vos =
Podés pasar por arriba y por debajo de esa falsa división. Pisaste con fuerza y pasaste. Me invadiste mi lado y por eso ya no dejo de pensar en vos. Pero me da miedo trepar esa escalerita y saltar. Y ver todo ese allá. Territorio desconocido. Y más miedo me da ese tubo fusión por donde se supone que pasamos los dos y llegamos a algún más allá, y de nuevo el más.


I



Me acuerdo de la primera vez que fui consciente de estar pensando. Era muy chica. Empezó a hacer calor y le pedí a mi mamá que arme la pelopincho. Me dijo que el fin de semana podía ser, pero con la condición de que cuide a mi hermano porque tenía 3 años y era peligroso que se metiera solo. El sábado mi papá la armó. Era increíble que de una bolsa de lona con tubos surgiera esa pileta. Después de lavarla, mi papá la dejó llenándose y me quedé sola en el patio. Tenía tanto apuro por que se llenara que busqué mi balde de playa. Con la manguera que llenaba la pileta llenaba mi baldecito y después tiraba el agua a la vez que volvía a poner la manguera, entonces caía “más” agua. En un momento me di cuenta de que era lo mismo, porque el tiempo en el que la manguera llenaba el balde era tiempo en el que podría estar llenando la pileta. O sea que el agua del balde no era “más” agua, era la misma. Corrí para contarle a mi papá todo mi razonamiento. No estaba en la cocina ni con mi hermano. Le pregunté a mi mamá y me dijo que ya se había ido. Además me retó por correr mojada. Me puse a llorar y pensé que esas lágrimas podían llenar una pileta entera. 


domingo, 2 de septiembre de 2012

paz pata elefante paz





quería alcanzar esa paz tan grande que pisa fuerte
y se queda
paz pesada
no la del suspiro
que se va viento
la pazpata paz elefante arrugada
decidir no ir tan lejos
abrir un libro en una página
que poco importe
que pasen las hojas
y ser eso
pasaje proceso paz
hacerse seda
que con el tiempo me salga trompa
asentarse y pisar
el reloj y la gotita de la canilla que gotea
llegar a decirte me arranqué el universo tiempo te arranqué
que no me haga falta gritar de alegría
mover las orejas
acá piso
ahora piso
paz
volver al afuera
sintonía elefante