decías que estaba llena de cosas
pero ninguna me pesaba
pero ninguna me pesaba
que podía reírme con todo el cuerpo
caminar un poco por arriba
decías que imaginaba demasiado
que era divertido buscarme formas
siempre
vos hablabas
yo pensaba
yo me inflaba
vos seguías hablando
salían palabras que yo no quería
que me alcanzaran
y yo me inflaba más
pero igual alguna llegó
y por ese agujero chiquito
por ese no clavado en la piel
como un reloj de arena se me fueron
cayendo
los sueños envueltos en papel
naranja
las cartas de amor
el plano de la casa con techo de
madera y un aljibe
recién hoy te das cuenta y querés
cerrarme
hacer un parche con dos curitas
un poco de saliva
pero ya estoy vacía
desde el momento en que me
dibujaste la realidad sobre la mesa de la cocina
y me miraste
sin parche sin nube
y con los ojos me dijiste que no
no eras un hombre de esos que hacen
regalos
que ilusionan y se acuerdan tus
horarios
que juran para siempre y tienen una
campera para cuando tenés frío.